Crossing Souls

Los sevillanos de Fourattic hacen un guiño a los 80 con un magnífico videojuego de acción y aventura cuya soberbia ambientación, pixel gordo, fantásticas animaciones y una banda sonora a la altura consigue llevarnos de vuelta a aquella época que los que la vivieron la consideran la década prodigiosa.

Crossing Souls es una aventura protagonizada por un grupo de cinco amigos, cada uno de los cuales cuenta con sus propias habilidades. En este sentido, algo a tener muy en cuenta es que en cualquier momento podremos cambiar de personaje para combinar sus habilidades únicas y así resolver puzles y acabar con enemigos concretos.

Y qué decir de su argumento, otro pilar más de un videojuego que promete horas y horas de diversión. Todo empieza una mañana, en California, cuando nuestros cinco amigos descubren un misterioso objeto con forma de pirámide que les da extraños poderes. A partir de este momento, la pandilla tendrá que moverse a través de dos planos de realidad, la vida y la muerte, y desentrañar una serie de grandes conspiraciones.

 

Salón Recreativo Los 80

Desde el pasado 11 de enero San Vicente del Raspeig cuenta con un establecimiento que nos retrotrae a la década de los 80.

Un salón recreativo al más puro estilo de los años 80 pensado para niños y adolescentes pero en el que los padres pueden disfrutar más que sus propios hijos.

Lo encontrarás en la Carretera de Agost, 11 y su horario de apertura es de lunes a domingo, de 8h a 13:30h y de 16:30h a cierre, excepto lunes por la tarde.

 

RETRO SANTO DOMINGO

 

Ya está aquí la Retro Santo Domingo que organiza el Colegio Diocesano Santo Domingo de Orihuela junto con la asociación sin ánimo de lucro de usuarios de PC, internet, videojuegos y arcade, ASUPIVA.

 

retrosantodomingo

El estándar MSX.

A principios de 1982, se comercializaron las primeras consolas ATARI y también los primeros ordenadores domésticos de entre los que destacan los Amstrad PCW, Dragon 32, ZX-80 y ZX-81.

Un año después apareció el mítico Comodore 64, el único que sobrevivió a esta primera oleada y que competiría más tarde con los futuros ZX Spectrum, MSX y Amstrad CPC.

En otoño de 1983 se anunció por parte de Kazuhiko Nishi, en nombre de ASCII Corporation, un nuevo estándar para los ordenadores de 8 bits: el estándar MSX.

Situándonos ya en el años 1985, fecha del verdadero arranque de la industria informática, observamos que el mercado tecnológico está dominado por cuatro ordenadores de vanguardia: MSX, Commodore 64, Amstrad CPC y ZX Spectrum.

La propia arquitectura de estos ordenadores, con un sistema operativo basado en el lenguaje BASIC y un código máquina no demasiado complejo, permitía que cualquier persona con unos mínimos conocimientos de programación pudiese crear sus propios programas.

 

msxlogo

 

 

 

El 27 de Junio de 1983, el estándar MSX se dio a conocer de la mano de Nishi en una conferencia de prensa, fruto del acuerdo de colaboración entre ASCII y Microsoft. La primera controlaría y licenciaría las especificaciones de hardware, mientras que Microsoft programaría el Sistema Operativo y la variante del lenguaje Basic que usarían estas máquinas.

Los MSX vinieron a revolucionar la informática doméstica, convirtiéndose en un estándar al servicio de distintas compañías (Philips, Sony, Pioneer, GoldStar, Yamaha,…).  Por primera vez en el mundo de los ordenadores se introduce una norma, un estándar, tanto en el campo del hardware como del software, y esto significa que en todos los ordenadores fabricados bajo esa norma podrá ser procesado todo el software programado bajo la norma MSX.

Pero hay que tener en cuenta que fabricar un ordenador bajo esta norma no implica que tenga que ser igual a cualquier otro ordenador MSX, si bien, todos deben incorporar las siguientes características:

  • Un microprocesador Z80 o equivalente a 3,579545 MHz +-1%.
  • Un chip de video Texas Instruments (TMS 9918) u otro equivalente, que determina las posibilidades del ordenador de conseguir imágenes en pantalla. Un ordenador MSX puede representar 40 signos consecutivos en pantalla en modo texto y 256×192 puntos en modo gráfico. Ofrece también la posibilidad de utilizar 16 colores distintos.
  • Un chip de sonido General Instruments (AY-3-8910) u otro equivalente, que proporciona todas la capacidades de sonido al ordenador, pudiendo así producir nuestro MSX sonidos con un alcance de 8 octavas y tres voces (o tonos) al mismo tiempo.
  • Una memoria ROM de 32KB, en la que se encuentra, entre otros, el programa BASIC de Microsoft.
  • Una memoria RAM de al menos 8KB.
  • Una memoria RAM para video de 16KB.
  • Un teclado alfanumérico con símbolos gráficos.
  • Un conector estandarizado para la conexión de una lecto-grabadora de casetes.
  • Posibilidad estandarizada de conexión de una unidad ductora de disco flexible.
  • Posibilidad estandarizada de uno o más conectores de cartuchos.
  • Conexión estandarizada para, al menos, un mando de palanca para juegos (o joystick).

Muchos fabricantes añadieron características extra en función del nicho de mercado en el que querían posicionarse, así, por ejemplo, Yamaha comercializaba sus modelos MSX como ordenadores destinados a la producción de música, por lo que los dotaba de puertos MIDI y ofrecía un amplio abanico de sistetizadores musicales, cables de audio, software de música, etc. Otros como Sony o Philips, orientaron su hardware al sector profesional, dando a sus máquinas tanta RAM como fuese posible, disqueteras e incluso extensiones Laserdisc y VHS, amén de un extenso catálogo de software para uso profesional y educativo. Toshiba, por su parte, vendía sus equipos como simples máquinas de juegos y eran producidos con el menor número posible de especificaciones en pro de una política de reducción de costes que beneficiara su posición en ese nicho y atrajese a sus potenciales clientes.

El estándar MSX pronto consolidó su éxito en Japón, teniendo desigual suerte en Europa, donde triunfó en los Países Bajos, y siendo un fracaso en EEUU. En otros territorios como Brasil y Arabia Saudí, se puede considerar un éxito relativo para un estándar que sobrevive a día de hoy de la mano de un gran número de entusiastas.